Descripción
Sinopsis
El impacto grave que supone una prematura exposición a las pantallas durante la infancia y la falta de control durante la adolescencia es un hecho. Pero una afirmación de este tipo requiere de mucho conocimiento para ofrecer tanto a las familias como al profesorado los datos, la experiencia y sobre todo las pautas para evitar un mal y precoz uso de las pantallas y plantear recursos para reconducir las malas conductas cuando la tecnología ya está en todas las habitaciones de nuestros hogares y aulas. María Couso, reconocida divulgadora en educación y juego y autora de Cerebro, infancia y juego, nos ofrece un libro único y muy necesario para todos, en un momento en el que el sistema educativo debe repensar cuál debería ser el uso de las pantallas para un mejor desarrollo de nuestros pequeños y jóvenes. Un libro de cabecera para ayudarnos a entender que las pantallas no son un juego de niños.
Cris –
No es sencillo ser profeta en tu tierra. Menos aún cuando se rema a contracorriente. En la presentación de su segundo libro dejó claro que tenemos una responsabilidad para con nuestra infancia. Esto se refleja a lo largo de este libro en el que desmonta los argumentos de las partes interesadas en que nuestras vidas giren alrededor de las pantallas y dispositivos electrónicos. Bajo la premisa de que la tecnología no es mala sino que depende del uso que hagamos de ella, los capítulos, introducidos por el hilo narrativo de situaciones comunes en nuestra sociedad, proporcionan al lector una serie de datos objetivos procedentes de estudios que no dejan a nadie indiferente.
Por este motivo, este libro no sólo está escrito para profesionales de la educación u otros ámbitos sino también para familias con el fin de que todos tomemos consciencia de la delicada situación que, como la propia María dice, parece que hemos normalizado con pasmosa tranquilidad.
Gracias María por este regalo que esperemos que abra la mente de muchos para responsabilizarnos de preservar el bienestar de los que serán cuidadores de futuras generaciones.